SÍNTOMAS PELIGROSOS QUE DEBEMOS EVITAR
Es difícil imaginar nuestra “locura”, utilizo este término, ya que otro no existe para conformar un estado febril de dirigentes y anexos
Antes fue la 125, hoy es la pelea Gobierno versus Redrado, pero es evidente que si no tenemos crisis las debemos inventar, es la única forma que conocen –conocemos- para subsistir en los cargos que supimos conseguir, bueno no nosotros, por supuesto, sino nuestros dirigentes
Primero fue política, luego la crisis se trasladó a lo financiero, algunos analistas que se expresan o son consultados en Profesional.com, piensan que, de no frenarse esta escalada, las consecuencias serían impredecibles, por ejemplo.
Los expertos dan cuenta de tres etapas en este tipo de crisis endógenas: su primera fase política, su rápido traslado al plano financiero y finalmente –de persistir la incertidumbre en el tiempo– el traspaso a la economía real.
· Como primer efecto, se hace visible la reacción de los mercados. Las caídas en las cotizaciones de acciones y bonos, así como la suba del riesgo país, suelen ser los síntomas más inmediatos.
· Luego, se observa una suba en la demanda de dólares y una menor propensión a las colocaciones bancarias a plazo.
· Finalmente, si la crisis se profundiza, empieza a afectar a la economía real. Esto es: a la producción, a la inversión y al consumo. Los analistas sostienen que, en general, transcurre un trimestre para que se note el impacto sobre estas variables.
Llegada esta última instancia, los consumidores modifican sus decisiones de compra y esto da lugar a un enfriamiento en el nivel de actividad. Los empresarios acotan su horizonte de planificación, congelan inversiones de largo plazo y se dedican sólo a monitorear el día a día.
Primeros síntomas
¿Existe riesgo de que en 2010, tras un enero en el que se enfrentaron los tres poderes del Estado, se termine empañando lo que en los papeles iba a ser un año de recuperación económica? Al menos eso es lo que creen los expertos del sistema financiero y del área comercial, que tienen fresca en su memoria otras crisis políticas que crecieron hasta generar pánico entre los ahorristas y consumidores.
Sin ir más lejos, el conflicto con el campo por las retenciones a la soja es un antecedente que se cita cada vez con más frecuencia.
“Si se soluciona rápido la crisis, no tendríamos que esperar una corrida. Pero la verdad es que nadie está en condiciones de afirmar que estamos a resguardo. Cuando empezó el conflicto del campo, pensamos que iba a ser algo que se resolvía rápido, y luego fue lo que fue. Así que nuestra expectativa es que, si este contexto sigue, podemos ver un mayor nivel de dolarización”, dijo un gerente de inversiones de un banco, que pidió no ser mencionado.
En el sistema financiero hay un muy mal recuerdo del conflicto con el campo, porque generó nerviosismo, cancelación de depósitos y una corrida contra el peso.
Las posibilidades de que una situación similar se repita no parecen inminentes, pero nadie se anima a descartar que esto se reedite si la crisis política se prolonga.
Bueno, ilusionemos que todo esto no se verifique, ya que podría ser solamente un pronóstico desacertado y hasta algunos personajes K, dirían que se trata de opiniones “golpistas”, pero según Profesional.com, comprometen algunos síntomas preocupantes
· Se duplicó la demanda de dólares en el mercado minorista (los volúmenes son bajos, pero hacía meses que estaban aletargados y el conflicto “despabiló” al mercado).
· Se cuadruplicó la cantidad de dólares desembolsados por el Banco Central para aplastar las expectativas devaluatorias en el mercado de futuros.
· Se redujo el crecimiento en los depósitos a plazos fijo, que hasta fin de año venían escalando a un ritmo sostenido.
· Se produjo un retroceso en la mejora que había logrado el Gobierno para tomar crédito. El anuncio del fondo del Bicentenario había tenido un impacto inicial alentador, al bajar tres puntos porcentuales la tasa de los bonos, que ahora volvió a un nivel del 12 por ciento.
· Se incrementó el nivel de riesgo país que miden las agencias calificadoras de riesgo: en apenas una semana, subió 57 puntos básicos.
· Se ajustaron al alza las proyecciones de los economistas privados sobre la inflación, fenómeno que anticipara iProfesional.com, que ahora está más cerca del 25% que del 20% del que se hacía referencia a finales del año anterior.
Damos gracias a que en nuestro querido (¿querido?) país estamos acostumbrados a que nos creen crisis, total siempre hay una explicación por parte de los dirigentes para eludir la culpa, pero alentemos el “gran milagro”, algo a lo que realmente no estamos acostumbrados.
Que “no panda el cúnico”, como lo dice el Chapulín y les llegue esa cordura que anhelamos, que algún día algo los ilumine y me refiero a nuestros (¿nuestros?) dirigentes.
Walter A. Gazza
Es difícil imaginar nuestra “locura”, utilizo este término, ya que otro no existe para conformar un estado febril de dirigentes y anexos
Antes fue la 125, hoy es la pelea Gobierno versus Redrado, pero es evidente que si no tenemos crisis las debemos inventar, es la única forma que conocen –conocemos- para subsistir en los cargos que supimos conseguir, bueno no nosotros, por supuesto, sino nuestros dirigentes
Primero fue política, luego la crisis se trasladó a lo financiero, algunos analistas que se expresan o son consultados en Profesional.com, piensan que, de no frenarse esta escalada, las consecuencias serían impredecibles, por ejemplo.
Los expertos dan cuenta de tres etapas en este tipo de crisis endógenas: su primera fase política, su rápido traslado al plano financiero y finalmente –de persistir la incertidumbre en el tiempo– el traspaso a la economía real.
· Como primer efecto, se hace visible la reacción de los mercados. Las caídas en las cotizaciones de acciones y bonos, así como la suba del riesgo país, suelen ser los síntomas más inmediatos.
· Luego, se observa una suba en la demanda de dólares y una menor propensión a las colocaciones bancarias a plazo.
· Finalmente, si la crisis se profundiza, empieza a afectar a la economía real. Esto es: a la producción, a la inversión y al consumo. Los analistas sostienen que, en general, transcurre un trimestre para que se note el impacto sobre estas variables.
Llegada esta última instancia, los consumidores modifican sus decisiones de compra y esto da lugar a un enfriamiento en el nivel de actividad. Los empresarios acotan su horizonte de planificación, congelan inversiones de largo plazo y se dedican sólo a monitorear el día a día.
Primeros síntomas
¿Existe riesgo de que en 2010, tras un enero en el que se enfrentaron los tres poderes del Estado, se termine empañando lo que en los papeles iba a ser un año de recuperación económica? Al menos eso es lo que creen los expertos del sistema financiero y del área comercial, que tienen fresca en su memoria otras crisis políticas que crecieron hasta generar pánico entre los ahorristas y consumidores.
Sin ir más lejos, el conflicto con el campo por las retenciones a la soja es un antecedente que se cita cada vez con más frecuencia.
“Si se soluciona rápido la crisis, no tendríamos que esperar una corrida. Pero la verdad es que nadie está en condiciones de afirmar que estamos a resguardo. Cuando empezó el conflicto del campo, pensamos que iba a ser algo que se resolvía rápido, y luego fue lo que fue. Así que nuestra expectativa es que, si este contexto sigue, podemos ver un mayor nivel de dolarización”, dijo un gerente de inversiones de un banco, que pidió no ser mencionado.
En el sistema financiero hay un muy mal recuerdo del conflicto con el campo, porque generó nerviosismo, cancelación de depósitos y una corrida contra el peso.
Las posibilidades de que una situación similar se repita no parecen inminentes, pero nadie se anima a descartar que esto se reedite si la crisis política se prolonga.
Bueno, ilusionemos que todo esto no se verifique, ya que podría ser solamente un pronóstico desacertado y hasta algunos personajes K, dirían que se trata de opiniones “golpistas”, pero según Profesional.com, comprometen algunos síntomas preocupantes
· Se duplicó la demanda de dólares en el mercado minorista (los volúmenes son bajos, pero hacía meses que estaban aletargados y el conflicto “despabiló” al mercado).
· Se cuadruplicó la cantidad de dólares desembolsados por el Banco Central para aplastar las expectativas devaluatorias en el mercado de futuros.
· Se redujo el crecimiento en los depósitos a plazos fijo, que hasta fin de año venían escalando a un ritmo sostenido.
· Se produjo un retroceso en la mejora que había logrado el Gobierno para tomar crédito. El anuncio del fondo del Bicentenario había tenido un impacto inicial alentador, al bajar tres puntos porcentuales la tasa de los bonos, que ahora volvió a un nivel del 12 por ciento.
· Se incrementó el nivel de riesgo país que miden las agencias calificadoras de riesgo: en apenas una semana, subió 57 puntos básicos.
· Se ajustaron al alza las proyecciones de los economistas privados sobre la inflación, fenómeno que anticipara iProfesional.com, que ahora está más cerca del 25% que del 20% del que se hacía referencia a finales del año anterior.
Damos gracias a que en nuestro querido (¿querido?) país estamos acostumbrados a que nos creen crisis, total siempre hay una explicación por parte de los dirigentes para eludir la culpa, pero alentemos el “gran milagro”, algo a lo que realmente no estamos acostumbrados.
Que “no panda el cúnico”, como lo dice el Chapulín y les llegue esa cordura que anhelamos, que algún día algo los ilumine y me refiero a nuestros (¿nuestros?) dirigentes.
Walter A. Gazza
No hay comentarios:
Publicar un comentario