Así lo denunciaron sus empleados. Además, se habla de un inminente cierre. Los trabajadores reclaman que se preserven las fuentes de trabajo, en el marco del acuerdo firmado hace un mes para suspender por 180 días todos los despidos en Almirante Brown.
Pese al anuncio de un congelamiento por 180 días de los despidos laborales, realizado por el propio Ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Oscar Cuartango, en estos días un grupo de trabajadores gráficos quedaron en la calle en Rafael Calzada y reclaman soluciones inmediatas. Se trata de unos 25 empleados de la gráfica Guadalupe, una empresa perteneciente a una congregación religiosa, quienes denunciaron los despidos y un intento de pagar una indemnización del 50 por ciento de lo que corresponde. El hecho se conoció durante esta semana, pero ya lleva varios días sin solución. Con el apoyo de algunas fuerzas políticas y sociales, como el Partido Obrero de Almirante Brown, los empleados están dando a conocer su drama, y piden intervención de las autoridades para hacer respetar lo firmado con el Ministro y se reincorpore a los empleados. Según confirmaron los trabajadores, el conflicto se desató en la grafica Guadalupe de Rafael Calzada, que pertenece a la Congregación del Verbo Divino. Desde el 31 de agosto los 25 despedidos no tienen respuesta de la patronal, que además busca pagarles el 50 por ciento de lo que les corresponde como indemnización. "La situación de los compañeros de la gráfica en este momento es desesperante, ya que el día 31 de agosto más de 25 familias han quedado en la calle y esto se ve agravado por el pago nada más que de una indemnización del 50 por ciento", afirmó a este medio Pablo, uno de los empleados. Para los empleados, la empresa no puede poner de excusa una baja en el trabajo, ya que según dijeron "estamos atorados de trabajo". "Somos pocos trabajadores para esta gráfica, que tiene 120 años, y la antigüedad de mis compañeros varía, hay gente de 28 años, pero también compañeros nuevos de un año de antigüedad", dijo otro de los empleados. Para ellos, el problema es que desde la congregación "no quieren poner plata. Las máquinas son viejas y no quieren invertir. Además se quejan de los sueldos ‘altos’, pero nuestros sueldos son bajos". El conflicto se desató a menos de un mes de que la comuna y la provincia de Buenos Aires anunciaran un plan para suspender los despidos. El anuncio contó con la presencia del ministro Cuartango, que acordó el congelamiento de las cesantías con empresarios del distrito. La medida fue festejada por los gremios locales que participaron del encuentro, donde se habló de "preservar las fuentes de trabajo". Entre otras medidas, los acuerdos con los empresarios de esa jurisdicción del conurbano contemplan la suspensión de despidos por un lapso de 180 días, reveló el Ministro. "Mientras (el cardenal Jorge) Bergoglio declara su preocupación por los niveles de pobreza, la Iglesia deja a 25 familias en la calle", se quejaron desde el PO local, que además denunciaron una posible venta de la gráfica: "los rumores sobre la venta de la empresa crecían cada vez más en los pasillos, hasta que finalmente abogados y personal jerárquico de la empresa nos informaron sobre un inminente cierre". "Lo que en este momento deseamos es que esta noticia tome estado público y contar con el apoyo de la gente en el problema que estamos atravesando para que la Iglesia dé marcha atrás con el cierre de la empresa. Necesitamos la ayuda de otros talleres gráficos y de todas las personas que quieran colaborar con nosotros para seguir manteniendo esta fuente de trabajo, que es el pan de 25 familias y la posibilidad de trabajo para muchas más", reclamaron los trabajadores. (Fte:DiarioSur)
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