Cementerio municipal de Lanús
por Ivan Rodriguez Alauzet
El ser humano acostumbra a profanarse a sí mismo. Esta fue la suerte que corrió el Cementerio municipal de Lanús durante los últimos meses, tras la seguidilla de robos de chapas y cristos de bronce que terminó en la detención, el pasado 20 de octubre y conocida recién hoy, de una pareja y una nena de 9 años cuando estos se llevaban del lugar un bolso con más de 15 kilos del metal. Sospechan que el latón estaría dispuesto a la mafia de la fundición.
Los roba tumbas y la mafia del bronce
Según pudo saber 24CON, los delincuentes operaban en forma coordinada. Disponían de un cronograma con los cambios de turno de empleados y se movían vaciando diferentes sectores. Entraban al establecimiento desde temprano, simulando ser familiares de algún fallecido, y rondaban por todo el predio fingiendo limpiar tumbas. Así era como, finalmente, llenaban sus mochilas con elementos tales como cristos y crucifijos que “serían fundidos más tarde en algún taller ilegal”, afirmaron fuentes policiales.
Las primeras pistas surgieron de las denuncias radicadas por los vecinos. Protestaron por la recurrente falta de objetos de valor y este asunto obligó a los directivos del lugar a organizar cuadrillas de vigilancia y a rotar los horarios para determinar cómo y por dónde “trabajaban” los delincuentes.
“Recopilamos las denuncias y comenzó a formarse una suerte de sectorización de los robos, extraían por sectores”, dijo a este medio el director del cementerio, Jorge García. Y el día 20 de octubre a las 15:20 pudieron comprobar lo que sospechaban: dentro del complejo, con 35.000 tumbas, había dos personas que se dedicaban a despegar las placas de bronce, pegadas a las lápidas, con un cuchillo y cargarlas en unos sacos para luego salir por la puerta delantera como simples visitantes.
Con más de 800 visitantes diarios y 16 manzanas por recorrer, según García, “fue muy difícil identificar a los ladrones y cuando los detectamos, uno de ellos dijo que lo hacía para vivir". Además, las máximas sospechas apuntaron, en un principio, al horario nocturno, “por la facilidad que la oscuridad proporciona”, dijo el director del lugar. Sin embargo, estaban confundidos, “después nos dimos cuenta de que las denuncias sucedían siempre por la mañana y además es casi imposible saltar los paredones que aíslan al predio”.
Posteriormente, luego de que los detenidos, Alberto Villán (34) y Sandra Moreno (28), fueran puestos a cargo de la justicia, un allanamiento realizado en la calle Verón de Astrada al 3800 destapó otra olla. Aquel taller se trataba de un depósito “donde habrían sido reducidos los cientos de kilos que estas dos personas fueron robándose del cementerio en todo este tiempo”, dijeron los uniformados a 24CON.
El caso está radicado en la UFI 14 del departamento Judicial de Lomas de Zamora.
No es la primera vez que pasa
Este caso no es aislado. Según indicó el director del Cementerio municipal, “esta no es la primera vez que sucede un hecho delictivo en el lugar”. Cuenta que en el transcurso de los dos años que lleva a cargo, otras dos personas fueron detenidas por robos varios y un cuidador fue despedido, también, por hurto.
Aunque este no es el caso de profanación más extraño. “Otro hombre se dedicaba a romper tumbas y lo detectamos un Día de la Madre cuando entró el cólera y destrozó más cantidad que de costumbre”, finalizó García.
Es mejor estar muerto
El paso a otra vida puede ser triste, tétrico, oscuro o simpático. Estos personajes eligieron que su tren al más allá sea divertido y así homenajean a la vida que llevaron en la tierra: "muriéndose" de risa. Cobraban cremaciones y entregaban cenizas ajenas
Dejaban los cadáveres abandonados en bóvedas. Hay denuncias desde hace más de un año, pero recién ahora se avanzó en la investigación.
por Ivan Rodriguez Alauzet
El ser humano acostumbra a profanarse a sí mismo. Esta fue la suerte que corrió el Cementerio municipal de Lanús durante los últimos meses, tras la seguidilla de robos de chapas y cristos de bronce que terminó en la detención, el pasado 20 de octubre y conocida recién hoy, de una pareja y una nena de 9 años cuando estos se llevaban del lugar un bolso con más de 15 kilos del metal. Sospechan que el latón estaría dispuesto a la mafia de la fundición.
Los roba tumbas y la mafia del bronce
Según pudo saber 24CON, los delincuentes operaban en forma coordinada. Disponían de un cronograma con los cambios de turno de empleados y se movían vaciando diferentes sectores. Entraban al establecimiento desde temprano, simulando ser familiares de algún fallecido, y rondaban por todo el predio fingiendo limpiar tumbas. Así era como, finalmente, llenaban sus mochilas con elementos tales como cristos y crucifijos que “serían fundidos más tarde en algún taller ilegal”, afirmaron fuentes policiales.
Las primeras pistas surgieron de las denuncias radicadas por los vecinos. Protestaron por la recurrente falta de objetos de valor y este asunto obligó a los directivos del lugar a organizar cuadrillas de vigilancia y a rotar los horarios para determinar cómo y por dónde “trabajaban” los delincuentes.
“Recopilamos las denuncias y comenzó a formarse una suerte de sectorización de los robos, extraían por sectores”, dijo a este medio el director del cementerio, Jorge García. Y el día 20 de octubre a las 15:20 pudieron comprobar lo que sospechaban: dentro del complejo, con 35.000 tumbas, había dos personas que se dedicaban a despegar las placas de bronce, pegadas a las lápidas, con un cuchillo y cargarlas en unos sacos para luego salir por la puerta delantera como simples visitantes.
Con más de 800 visitantes diarios y 16 manzanas por recorrer, según García, “fue muy difícil identificar a los ladrones y cuando los detectamos, uno de ellos dijo que lo hacía para vivir". Además, las máximas sospechas apuntaron, en un principio, al horario nocturno, “por la facilidad que la oscuridad proporciona”, dijo el director del lugar. Sin embargo, estaban confundidos, “después nos dimos cuenta de que las denuncias sucedían siempre por la mañana y además es casi imposible saltar los paredones que aíslan al predio”.
Posteriormente, luego de que los detenidos, Alberto Villán (34) y Sandra Moreno (28), fueran puestos a cargo de la justicia, un allanamiento realizado en la calle Verón de Astrada al 3800 destapó otra olla. Aquel taller se trataba de un depósito “donde habrían sido reducidos los cientos de kilos que estas dos personas fueron robándose del cementerio en todo este tiempo”, dijeron los uniformados a 24CON.
El caso está radicado en la UFI 14 del departamento Judicial de Lomas de Zamora.
No es la primera vez que pasa
Este caso no es aislado. Según indicó el director del Cementerio municipal, “esta no es la primera vez que sucede un hecho delictivo en el lugar”. Cuenta que en el transcurso de los dos años que lleva a cargo, otras dos personas fueron detenidas por robos varios y un cuidador fue despedido, también, por hurto.
Aunque este no es el caso de profanación más extraño. “Otro hombre se dedicaba a romper tumbas y lo detectamos un Día de la Madre cuando entró el cólera y destrozó más cantidad que de costumbre”, finalizó García.
Es mejor estar muerto
El paso a otra vida puede ser triste, tétrico, oscuro o simpático. Estos personajes eligieron que su tren al más allá sea divertido y así homenajean a la vida que llevaron en la tierra: "muriéndose" de risa. Cobraban cremaciones y entregaban cenizas ajenas
Dejaban los cadáveres abandonados en bóvedas. Hay denuncias desde hace más de un año, pero recién ahora se avanzó en la investigación.
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